martes, 17 de diciembre de 2013

Waraira Repano, algo más que oxígeno

 
Haz clic en la imagen
Fuente: http://www.ciudadccs.org.ve/?p=494335 30 de octubre de 2013 ANDREA DIAZ MOTA
El Waraira Repano además de ser un Parque Nacional, es el jardín más grande e imponente de Caracas, sin contar que es el pulmón vegetal de la ciudad y la primera fuente de oxígeno de sus habitantes y de quienes la visitan.
Un conjunto de paisajes de montaña donde los marcados cambios de relieve permiten observar una variedad de ambientes naturales, cruzados por quebradas y una rica diversidad en flora y fauna, hacen de este parque un lugar mágico que brinda un buen respiro.
Desde la cúspide del Waraira Repano, conocido como el Pico Naiguatá, es posible admirar el valle de Caracas y el azul del mar Caribe. Allí, casi bajo el mismo cielo, puede descansarse del calor e inhalar el aire puro y lleno de serenidad que obsequia esta cima ubicada a dos mil 765 metros sobre el nivel del mar.
Múltiples son las opciones para disfrutar de este espacio que puede ser utilizado para entrenarse físicamente debido a sus pronunciadas pendientes, o recorrer sus caminos para entrar en contacto con su abundante naturaleza.
El parque cuenta con varios accesos situados en diferentes sectores del Área Metropolitana de Caracas. Desde Cotiza y la Puerta de Caracas parten vías para vehículos de doble tracción que lo atraviesan desde el sur hasta el norte y llegan hasta La Guaira y Punta de Mulatos en el Litoral Central del estado Vargas.
Además, el Waraira Repano tiene gran cantidad de accesos peatonales a través de senderos habilitados y acondicionados para el excursionismo, que se localizan a lo largo del límite norte de la capital.
En el extremo oeste del parque se encuentra la primera entrada de nombre Puerta Caracas. Este acceso se ubica en la parroquia La Pastora.
La zona es recordada por haber sido el camino de los españoles. Además era la antigua ruta de ingreso a la ciudad por el puerto de La Guaira. En la actualidad todavía se observan las ruinas de los castillos y fortines que resguardaban el espacio.
Catuche es la segunda entrada a este monumento natural. El lugar es bien conocido por tener uno de los tantos acuíferos o quebradas con las que cuenta el espacio.
Más al este se encuentra el centro recreativo Los Venados. Antiguamente, allí se ubicaba una antigua hacienda cafetalera hoy convertida en un museo y centro recreacional. Por este lugar se ubica el acceso al pueblo de Galipán por la entrada de Cotiza.
El siguiente acceso está subiendo por el noroeste de la ciudad a la altura de San Bernardino. Aquí se ubica la ruta hacia el puesto de Guardaparques Loma del Viento.
Un poco más adelante, exactamente en Maripérez, está localizado uno de los mayores atractivos turísticos del pulmón vegetal; el sistema teleférico.
En 20 minutos, una cabina con capacidad para ocho personas, sube a los pasajeros a una altura de mil 100 metros sobre la ciudad.
Siguiendo por la avenida Boyacá está el acceso por el sector Chacaíto. La subida es bastante inclinada y se encuentra empedrada debido a que es usada ocasionalmente por vehículos de tracción de cuatro ruedas. Esta es una de las entradas ideales para los deportistas más extremos.
Metros adelante se encuentra una de las rutas altamente visitadas del parque: Sabas Nieves.
El camino es ancho, la tierra se caracteriza por ser rojiza y la colina es de pendiente fuerte. Diariamente cientos de personas visitan este lugar en la mañana, durante el día y al anochecer, buscando el contacto con la naturaleza, el ejercicio o la recreación y esparcimiento.
El siguiente acceso corresponde a Pajaritos. Subiendo por esta pendiente se encuentra la quebrada que lleva el mismo nombre. Además, en la entrada está la estación principal de los Bomberos Forestales del Instituto Nacional de Parques (Inparques).
Los siguientes accesos son Cotiza al final de la avenida Fuerzas Armadas; Duarte, localizada cercano al acceso hacia Los Dos Caminos, pasando por encima del puente Los Chorros; La Julia, ubicada cercano al distribuidor El Marqués y finalmente Galindo situada en la urbanización Terrazas del Ávila.
Acampar resulta seguro y tranquilo
Acampar resulta una de las actividades favoritas para aquellas personas a quienes gusta permanecer en contacto con la naturaleza.
Erick Lenarduzzi, coordinador del Parque Nacional Waraira Repano, refirió que el espacio brinda seguridad y tranquilidad a quienes llevan a cabo esta actividad.
Para ello explicó las normativas que se deben tomar en cuenta a la hora de pernoctar en carpas.
Principalmente, los ciudadanos que deseen acampar en el parque deben hacerlo en época de invierno, pues en temporada de sequía se toman medidas contra el flagelo de los incendios forestales.
“Al momento de llegar al Waraira Repano, los ciudadanos deben registrarse en el puesto de guardaparques. Es un requisito obligatorio para entregar sus datos, cuántos días van a pernoctar y el número de personas que se quedarán en el lugar. Además, deben acampar a no más de cincuenta metros alrededor del puesto”, informó.
El Instituto Nacional de Parques cuenta con una dirección de búsqueda, rescate y salvamento, indicó Lenarduzzi, al tiempo que refirió que en cada estación hay un grupo de bomberos que están capacitados para la atención primaria o aplicación de primeros auxilios.
“Contamos en cada uno de los puestos con el material mínimo de aplicación de primeros auxilios. No suministramos medicamentos al lesionado, los guardaparques nos encargamos de estabilizar al lesionado y trasladarlo al primer centro asistencial para que allí se le brinde la respectiva atención médica”, manifestó.
Lenarduzzi agregó que el Waraira Repano cuenta con el apoyo de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Fuerza Aérea.
“Ellos, en caso de una emergencia extrema, nos prestan el apoyo con helicópteros dedicados a la búsqueda de rescate y salvamento”, dijo.
Agregó que a los ciudadanos que acampen en el parque se les recomienda, al momento del aseo personal, la utilización de elementos neutros como, por ejemplo, el jabón azul.
“No deben usarse sustancias como aerosoles, maquillajes, champú o acondicionadores porque contaminan los cursos de agua dentro del parque”.
Asimismo, indicó que, en el caso de los menores de edad, deben acampar en compañía de sus padres o representantes. Mientras tanto, los grupos de scouts deberán llevar una autorización de los padres con copia de la cédula de identidad anexa y la copia de la partida de nacimiento del infante.
“Cada una de estas medidas se toman con el objetivo de preservar y mantener en óptimas condiciones tanto el pulmón vegetal de Caracas como a las personas que lo visitan para ponerse en contacto con la naturaleza, liberar el estrés o disfrutar de las bellezas que tiene nuestro país”, puntualizó Lenarduzzi.
De interés
En el Decreto Nº 7.388, publicado en G. O. Nº 39.419, el 7 de mayo de 2010, se cambió el nombre del Parque Nacional El Ávila por Parque Nacional Waraira Repano para honrar el nombre usado por los primeros habitantes aborígenes de esta área.
Entre los reglamentos del parque se deben tomar en cuenta la prohibición de las siguientes actividades:
> El aprovechamiento de recursos naturales con fines comerciales
> La exploración y explotación de minerales
> Introducción de especies exóticas
> Extracción de flora
> Caza y pesca
> Introducción de animales domésticos
> Extensión de la frontera agrícola
> Circulación de bicicletas
> Utilización de equipos de sonido con volumen superior a 40 decibeles
> Escribir o marcar la corteza de los árboles del parque
> Producción, expendio, tráfico y consumo de bebidas alcohólicas y drogas tipificadas, así como el acceso o permanencia dentro del parque nacional de personas que se encuentren bajo sus efectos
> El sacrificio o maltrato de la fauna en el parque.

No hay comentarios: