sábado, 29 de septiembre de 2012

Caminos de El Avila


Video de Enriquemountain "Audio: Ravi Shankar @ monterey popfest 1967. Visual: Caminos de El AVILA montaña magica"

sábado, 1 de septiembre de 2012

Guardia Nacional Bolivariana lanzó semillas de árboles al Warairarepano


Semillas de árboles para lanzar a El Avila desde helicoptero de la GNB

Lanzamiento de semillas de árboles hacia El Avila desde helicoptero de la GNB

Fuente: www.noticias24.com Caracas, 05 de junio de 2012
Fotos: Jorge Galindo (MIJ)
Este martes, la Guardia Nacional Bolivariana con la colaboración del Escuadrón Aéreo de la GNB, lanzaron semillas de árboles al Parque Nacional Warairarepano o como era conocido El Ávila con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente.
La actividad también comprende la siembra de 3 mil árboles de Araguaney en el que participan Brigadistas Ambientales.

Extensión de la Cota Mil costará $ 1.200 millones


Plano de la prolongación de la Avenida Boyacá

Plano de la prolongación de la Cota Mil

Proyecto de enlace de la Avenida Boyacá con la autopista Caracas- La Guaira

Fuente: www.eluniversal.com  El Universal, Caracas, 19 de julio de 2012 MIGDALIS CAÑIZÁLEZ V.
El tiempo de ejecución será de 42 meses y tendrá 7 kms con dos canales
Desde enero de este año se iniciaron los movimientos de tierra al final de la avenida Boyacá, a la altura de la avenida Baralt, de lo que será el proyecto de extensión de esta vía y que comunicará con la autopista Caracas-La Guaira. El costo en bolívares será de 5.160 millones, equivalentes a 1.200 millones de dólares.
Según un documento presentado por estudiantes de la Escuela de Ingeniería Civil de la materia Vías de Comunicación que dicta Celia Herrera, presidenta de Sotravial, este proyecto, tendrá 7 kilómetros de longitud con dos canales en cada sentido y constará de tres elementos: el túnel de la avenida Baralt, el Distribuidor Macayapa y el Viaducto Tacagua.
Además, se especifica que para la ejecución de esta obra fue seleccionado el consorcio portugués-venezolano con las empresas Teixeira Duarte S.A y Precomprimidos C.A.
Según se especifica, la obra se ejecutaría en 42 meses. Y además se señala que en diciembre del 2011 la Asamblea Nacional aprobó 2.269 millones de bolívares, que equivalen al 44% del monto total, para la ejecución de la primera fase.
Especificaciones técnicas
En cuanto a los componentes del proyecto, explica el documento que tendrá un túnel doble de 2.800 metros de longitud. "Este componente prevé una rampa direccional de un canal más hombrillo, de aproximadamente 600 metros de longitud, cuya función será permitir la conexión entre las avenidas Baralt Norte y Boyacá en dirección a Macayapa (Catia), y viceversa, a través de un retorno en estructura elevada que cruzará la Av. Boyacá".
Además incluye la construcción del distribuidor Macayapa, el cual tendrá un tramo en trinchera que se extenderá por el valle de Macayapa desde la salida del túnel hasta las quebrada Macayapa y Tacagua; un terraplén de hasta 60 metros de altura y cuatro rampas.
También contará con el viaducto Tacagua, que será una estructura mixta de acero y concreto de características similares al Viaducto 1 de la autopista Caracas-La Guaira. Tendrá una longitud aproximada de 1.852 metros y será construido sobre la quebrada de Tacagua con una elevación promedio de 60 metros sobre el nivel de este afluente. Este viaducto evitará los primeros cuatro kilómetros de la autopista, donde persiste la falla de Gramoven.
Teixeira Duarte es una empresa portuguesa que ha participado en la construcción de más de 80 obras en Venezuela, mientras Precomprimidos construyó el viaducto 1 en 2007 y participa en la actualidad en la construcción de cuatro grandes obras de infraestructura.
mcanizalez@eluniversal.com

¿Pulmón o corazón?


Vertiente sur del Pico Naiguatá, Parque Nacional El Avila
Fuente: www.talcualdigital.com Caracas, 25 de mayo de 2012 por Elías Toro
El valle de Caracas se acerca rápidamente a un punto que podríamos llamar de saturación no tanto de espacio o densidad de construcción como de los servicios básicos que requiere
Desde hace muchos años se oye decir que el parque nacional de El Ávila, hoy oficialmente Guaraira Repano por voluntad del autócrata, es el pulmón de la ciudad de Caracas.
Esta noción es desde luego un testimonio de que quienes la habitamos hemos desarrollado una conciencia clara de la necesidad de cuidar el equilibrio entre la creciente artificialidad de la vida ciudadana y el ambiente natural en que está necesariamente inmersa. Gracias a ella las distintas y heterogéneas autoridades citadinas que han gobernado de la ciudad a lo largo de más de una centuria, han logrado evitar la invasión de los predios de nuestro parque por parte de las tendencias urbanizadoras anárquicas.
Pero, ¿no sería razonable a estas alturas pedir a este tan entrañable Ávila, el ejercicio de la nobilísima función cardíaca de la que ningún ser vivo puede prescindir su pena de morir de inanición? El valle de Caracas se acerca rápidamente a un punto que podríamos llamar de saturación no tanto de espacio o densidad de construcción como de los servicios básicos que requiere.
Apartando los suministros alimentarios, el agua y la energía, insumos de los cuales una ciudad no puede prescindir ni por un instante, son a medida que pasan los años más difíciles de proveer. Las cada vez más comunes crisis de esos servicios ­los apagones y los cortes de agua­ si bien están agravadas hoy por la incompetencia o incuria del gobierno que padecemos desde hace trece años, tienen que ser resueltos, por su cuantía, con suministros obtenidos de fuentes progresivamente más lejanas, y, en consecuencia, más costosas.
Sin embargo, mientras eso ocurre, convivimos a diario con nuestra nunca suficientemente ponderada montaña sin percatarnos demasiado del potencial que representan las 80.000 hectáreas de parque natural que la contienen, para resolver, si no todo, por lo menos buena parte del problema.
En primer término, aunque no sabemos de estudios históricos serios sobre el comportamiento de los vientos que soplan en la parte más alta, a dos mil quinientos metros sobre el mar a lo largo de la fila que corriendo de este a oeste divide las aguas al norte y al sur del macizo, hay motivos de sobra para suponer que los hay con fuerza y regularidad suficiente para activar cuantos generadores eólicos se quieran instalar en las cimas (El dispositivo comienza a funcionar con una brisa de 2,5 m/seg. y la potencia que alcanza es función del cubo de la velocidad del viento, hasta un máximo, hoy en día, de más o menos 1,5 megawatts). De más está decir que un conjunto de generadores así dispuestos servirían no solo a la ciudad sino a todos los asentamientos urbanos del litoral central.
Por si fuera poco, una cordillera de 2.500 metros de altura como esta se comporta naturalmente como un gigantesco condensador de la humedad atmosférica (castillo de agua, en la jerga de los especialistas), por lo que además del régimen pluviométrico del valle, de alrededor de 1.000 cm/año, en él se produce una cantidad tal vez triple de agua que en escorrentía natural baja por ambas laderas, sur y norte, a la ciudad y al litoral por innumerables quebradas.
De este lado tenemos al menos siete bien conocidas por los caraqueños. Desgraciadamente tales cursos han sido sistemáticamente embaulados, apenas tocan el límite norte de la ciudad, para ser convertidos en colectores cloacales que terminan vertiendo su contenido en la margen izquierda del Guaire.
Independientemente de lo que se haga con ellas en su paso por las áreas edificadas, para evitar los calamitosos desbordamientos, varios de estos cursos da agua podrían ser represados aguas arriba una o más veces, creando pequeños embalses y caídas artificiales de quince o veinte metros de altura, que acompaña esta nota, con pequeños potenciales hidroeléctricos cuya suma, usada discrecionalmente, podría compensar en alguna medida los valles de generación eólica conseguida en las alturas.
Por último, cabe destacar que esta intervención sobre los cursos de agua podría también ser contemplada como mecanismos regulatorios para proteger sus suelos, cuyo comportamiento sabemos por los estudios geológicos y la experiencia de las vaguadas, es muy inestable.
¿Podría un programa como este satisfacer la totalidad del consumo eléctrico de la ciudad? ¿Podría por lo demás complementar el suministro de agua de Caracas? Es precipitado adelantar respuestas categóricas a estas preguntas. Ello no obstante, las ventajas que cabe suponer se obtendrían para el mejor funcionamiento urbano son un buen motivo para invertir tiempo y esfuerzo en un serio estudio de factibilidad.
Pero aún más importante, el gobierno democrático de la ciudad estaría en condiciones de asumir finalmente el manejo de la energía que consume, contribuyendo con ello a reducir el avasallante y castrador control hegemónico sobre ese recurso por parte del Estado central.

Inician otra fase del Circuito Ecológico en Chacaíto

Bautizo del nuevo libro de Bruno Manara
Portada del nuevo libro de Bruno Manara "Quebrada Chacaito, aspectos florísticos y ecológicos" 2012
Fuente: www.entornointeligente.com Caracas, 18 de mayo de 2012
Fotos: Alcaldía de Chacao
Emilio Graterón, alcalde de Chacao, anunció el inicio de la segunda fase del Circuito Ecológico para la Educación y la Recreación en la Cuenca Media de Quebrada Chacaíto, la cual incluye el fortalecimiento del capital social de la comunidad de El Pedregal y Barrio Nuevo, quienes asumirán el manejo sostenible del espacio conjuntamente con los guías intérpretes de la naturaleza, capacitados en la primera fase del proyecto.
El mandatario local señaló que sí es posible ir construyendo soluciones con responsabilidad ecológica. "Este es un trabajo complejo, largo, y que requiere de la integración de los vecinos. También se quiere crear conciencia ambiental hacia el Parque Nacional El Ávila. Además, este trabajo permitirá brindar una nueva zona verde para el disfrute de los caraqueños".
Agregó que serán los propios vecinos, tras una serie de talleres promovidos por la Alcaldía de Chacao, a través de Protección Civil y Ambiente, financiados por el Fondo de Compensación Interterritorial, quienes convertirán este espacio en una oportunidad para elevar su calidad de vida.
También Graterón presentó el libro Quebrada Chacaíto. Aspectos florísticos y ecológicos, escrito por el profesor Bruno Manara, conocido investigador de la naturaleza venezolana.