Fuente: www.abn.info.ve Caracas, 3 de febrero de 2010
El Parque Nacional Warairarepano es considerado uno de los espacios naturales más importante para los habitantes del Área Metropolitana de Caracas, por ende es tarea de todos y todas cuidar y preservar este pulmón vegetal, así como evitar los ilícitos ambientales que en él se cometen. Su conservación no sólo es parte de las políticas de Estado, sino que se fundamentan en el trabajo mancomunado entre organismos gubernamentales y las comunidades organizadas, consejos comunales y la población en general. Este parque, establecido en 1958 sobre una superficie de 85.192 hectáreas, se ha constituido como un área natural de vital importancia para los caraqueños, ya que preserva los valores históricos culturales, naturales y escénicos más relevantes de esta región. Gloria Manzaneda, habitante de la parroquia La Candelaria, dijo: 'No podemos dejar su cuidado sólo al Gobierno Nacional, pues ese espacio nos pertenece a todos los que habitamos en la ciudad y por tal motivo nos corresponde a cada uno de nosotros denunciar las irregularidades que en él se cometen'. De acuerdo con Manzaneda, no está de más contribuir como guardianes de la naturaleza. 'Cuando veamos que un visitantes de El Ávila arroja al suelo un desperdicio, tenemos que tener la iniciativa de llamar la atención y explicar el por qué es importante mantenerlo libre de contaminación', añadió. Igualmente, Angely Marcano, coincide en que la protección del pulmón vegetal caraqueño es una labor que depende de cada niño, niña, adolescente y adulto. 'Es algo que debe de ser parte de nuestra cultura, valores y principios. No es justo que se señalen culpables cuando es una tarea que nos compete a todos'. El Parque Nacional Warairarepano consta de 81.900 hectáreas, donde se ubican una variedad de flora y fauna, así como numerosas quebradas y riachuelos que drenan hacia la cuenca del Mar Caribe al norte y hacia el río Tuy al sur.
El Parque Nacional Warairarepano es considerado uno de los espacios naturales más importante para los habitantes del Área Metropolitana de Caracas, por ende es tarea de todos y todas cuidar y preservar este pulmón vegetal, así como evitar los ilícitos ambientales que en él se cometen. Su conservación no sólo es parte de las políticas de Estado, sino que se fundamentan en el trabajo mancomunado entre organismos gubernamentales y las comunidades organizadas, consejos comunales y la población en general. Este parque, establecido en 1958 sobre una superficie de 85.192 hectáreas, se ha constituido como un área natural de vital importancia para los caraqueños, ya que preserva los valores históricos culturales, naturales y escénicos más relevantes de esta región. Gloria Manzaneda, habitante de la parroquia La Candelaria, dijo: 'No podemos dejar su cuidado sólo al Gobierno Nacional, pues ese espacio nos pertenece a todos los que habitamos en la ciudad y por tal motivo nos corresponde a cada uno de nosotros denunciar las irregularidades que en él se cometen'. De acuerdo con Manzaneda, no está de más contribuir como guardianes de la naturaleza. 'Cuando veamos que un visitantes de El Ávila arroja al suelo un desperdicio, tenemos que tener la iniciativa de llamar la atención y explicar el por qué es importante mantenerlo libre de contaminación', añadió. Igualmente, Angely Marcano, coincide en que la protección del pulmón vegetal caraqueño es una labor que depende de cada niño, niña, adolescente y adulto. 'Es algo que debe de ser parte de nuestra cultura, valores y principios. No es justo que se señalen culpables cuando es una tarea que nos compete a todos'. El Parque Nacional Warairarepano consta de 81.900 hectáreas, donde se ubican una variedad de flora y fauna, así como numerosas quebradas y riachuelos que drenan hacia la cuenca del Mar Caribe al norte y hacia el río Tuy al sur.
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