Voluntarios limpian las faldas del cerro para evitar que se extienddan los fuegos Foto Gil Montaño
Organismos extienden hasta fines de mayo su alerta por altas temperaturas
Los colores marrones y ocres invadieron el parque nacional Waraira Repano (antes El Ávila) como señal contundente de que la sequía se ha quedado más de lo esperado. En esta época, cuando en condiciones normales los caraqueños se estarían preparando para el inicio de las lluvias, las autoridades encargadas de la prevención de incendios forestales, han extendido su alerta, según señalaron. Hasta finales del mes de mayo la estación de bomberos forestales del Instituto Nacional de Parques (Inparques), ubicada al pie de la montaña, mantendrá un movimiento inusual, pues además de los funcionarios de siempre, estarán el escuadrón montado de la Guardia Nacional, Protección Civil, la brigada forestal de los bomberos metropolitanos, grupos voluntarios y algunos consejos comunales, con el fin de evitar incendios en el parque nacional. "Hasta este momento en El Ávila hemos hecho 26 intervenciones en una superficie de 20 hectáreas. Lo importante es que fueron detectados a tiempo y por eso el área de afectación fue baja", señaló Miguel Matani, coordinador del cuerpo de bomberos forestales de Inparques. Según Matani, grupos de 35 efectivos se rotan las guardias para ofrecer respuesta inmediata las 24 horas. La participación de los vecinos organizados de Lídice, la carretera vieja Caracas-La Guaira, el camino de los españoles y las zonas agrícolas de Ayala y La Culebrilla, en los municipios Plaza y Zamora del estado Miranda, han participado activamente en la prevención: "Ellos son los más afectados, pues se surten de algunos afluentes de agua en la montaña a través de mangueras que pudieran quemarse", explicó Matani. Está comprobado que ni las más altas temperaturas pueden originar un incendio forestal, en todos interviene la mano del hombre, sea por descuidos o con intención: "Ojalá los usuarios de los parques tengan precaución esta temporada", pidió Matani.
Los colores marrones y ocres invadieron el parque nacional Waraira Repano (antes El Ávila) como señal contundente de que la sequía se ha quedado más de lo esperado. En esta época, cuando en condiciones normales los caraqueños se estarían preparando para el inicio de las lluvias, las autoridades encargadas de la prevención de incendios forestales, han extendido su alerta, según señalaron. Hasta finales del mes de mayo la estación de bomberos forestales del Instituto Nacional de Parques (Inparques), ubicada al pie de la montaña, mantendrá un movimiento inusual, pues además de los funcionarios de siempre, estarán el escuadrón montado de la Guardia Nacional, Protección Civil, la brigada forestal de los bomberos metropolitanos, grupos voluntarios y algunos consejos comunales, con el fin de evitar incendios en el parque nacional. "Hasta este momento en El Ávila hemos hecho 26 intervenciones en una superficie de 20 hectáreas. Lo importante es que fueron detectados a tiempo y por eso el área de afectación fue baja", señaló Miguel Matani, coordinador del cuerpo de bomberos forestales de Inparques. Según Matani, grupos de 35 efectivos se rotan las guardias para ofrecer respuesta inmediata las 24 horas. La participación de los vecinos organizados de Lídice, la carretera vieja Caracas-La Guaira, el camino de los españoles y las zonas agrícolas de Ayala y La Culebrilla, en los municipios Plaza y Zamora del estado Miranda, han participado activamente en la prevención: "Ellos son los más afectados, pues se surten de algunos afluentes de agua en la montaña a través de mangueras que pudieran quemarse", explicó Matani. Está comprobado que ni las más altas temperaturas pueden originar un incendio forestal, en todos interviene la mano del hombre, sea por descuidos o con intención: "Ojalá los usuarios de los parques tengan precaución esta temporada", pidió Matani.
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