Petroglifo falso en la Quebrada Quintero, Estado Miranda, El Avila Foto: Luis Mendoza
Petroglifo falso en la Quebrada Quintero, El Avila Estado Miranda, parecidas a unas tablas de Moises
Petroglifo falso en la Quebrada Quintero, foto trabajada por mi con Paint, color invertido o alto contrasteFuente: Pedro Biern
Desde mis primeras exploraciones cuando joven a la Quebrada Quintero pude comprobar la existencia de un ermitaño que fue quien creo este petroglifo, este ermitaño desapareció de repente posiblemente por las consecutivas visitas de excursionistas a esta quebrada. Después de unos años el petroglifo desapareció producto de una crecida de la quebrada y luego fue desenterrado y medio sumergido en el agua que es como está hoy, muy desgastado y a punto de desaparecer sus grabados. En una oportunidad llegue a escalar las 11 cascadas de diferentes tamaños que van desde pocos metros a mas de 50 m.
En mis primeras escaladas por estas cascadas llegue hasta la casa del ermitaño que era un pequeño refugio natural de grandes rocas y alargado, estaba tapado con una pared de palos, con una puerta abierta, en el interior encontré aceite, querosén y latas de atún enterradas en el piso entre otras cosas. Al parecer este era un verdadero ermitaño o místico con su gran barba.
Desde mis primeras exploraciones cuando joven a la Quebrada Quintero pude comprobar la existencia de un ermitaño que fue quien creo este petroglifo, este ermitaño desapareció de repente posiblemente por las consecutivas visitas de excursionistas a esta quebrada. Después de unos años el petroglifo desapareció producto de una crecida de la quebrada y luego fue desenterrado y medio sumergido en el agua que es como está hoy, muy desgastado y a punto de desaparecer sus grabados. En una oportunidad llegue a escalar las 11 cascadas de diferentes tamaños que van desde pocos metros a mas de 50 m.
En mis primeras escaladas por estas cascadas llegue hasta la casa del ermitaño que era un pequeño refugio natural de grandes rocas y alargado, estaba tapado con una pared de palos, con una puerta abierta, en el interior encontré aceite, querosén y latas de atún enterradas en el piso entre otras cosas. Al parecer este era un verdadero ermitaño o místico con su gran barba.
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