Fuente: MARIA ISOLIETT IGLESIAS EL UNIVERSAL Caracas, viernes 21 de marzo, 2008
Moisés Guarín de 18 años, conto a los periodistas su experiencia en El Avila (Venancio Alcázeres)
Pasadas las 8:30 de la mañana de este jueves, la desperación de la familia Guarín desapareció y se convirtió en júbilo. A esa hora, el propio Moisés Guarín, el joven de 18 años que desde las 6:30 de la tarde del martes estuvo desaparecido con un amigo de nacionalidad alemana (Chrstomh Slevec, de 42 años) en El Avila, anunciaba que estaba en el puesto de Guardaparques Chacaíto.
Un excursionista, Jacinto Tavares, fue el buen samaritano que se los encontró en medio de la montaña, los guió hasta el puesto de guardaparques y les prestó el celular para que comunicaran que el extravío había concluído."Nunca perdimos las esperanzas, pero fue muy duro. Estoy infinitamente agradecido con Jacinto. Durante todo el ratro que estuvimos desorientados lo único que hacíamos era bajar y subir... nos vimos frente a precipicios profundos... en ese monotento era la vida o la muerte", recordó Moisés.Explicó que se extraviaron cuando caminaban desde el Hotel Humboldt hasta Pico Occidental. "Lo vimos muy empinado y nos fuimos por otra vía. Ahí nos desorientamos. Cuando ya no vimos salida cerca llamé a mi paá. Estábamos por una quebrada y allí nos quedamos como nos indicaron los rescatistas. El miércoles ya entrada la mañana, como no veíamos avances en la búsqueda decidimos comenzar a bajar siguinedo la quebrada", agregó Moisés.El frío fue fuerte, pero la ropa que llevaban los ayudó. Con una manzana y una naranja se alimentaron ambos durante todo el día el miércoles. El agua no les faltó, pues siempre estuvieron cerca de la quebrada, por ello exlpicó Miguel Matani, coordinador de operaciones de los Bomberos Forestales de Inparques, no presentaron signos de deshidratación. Pero sí algunas excoriaciones y rasguños, lesiones leves por permanecer fuera de la vía establecida.En total, indicó Matani fueron 60 hombres los que participaron en la búsqueda de los dos extraviados. El gruo estuvo integrado por Bomberos Forestales y Metropolitanos de Caracas, escuadron Montado de la Guardia Naciona y 11 equipos de voluntarios.Por su parte el mayor Jesús Fernández Alayón, comandante de Escuadrón Montado de la GN, hizo un llamado a los excursionistas para que no se salgan de los caminos determinados y no pongan en peligro su vida. "Preserven su seguridad. Si van a acampar pidan los permisos correspondienten, si van a pasear en el parque registren su entrada con el personal de Inparques... tomen todas la medidas", indicó.Moisés, estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad Francisco de Miranda de Coro, también hizo un llamado: "No se saolgan de las vías establecidas, tampoco tomen como refrencia las quebradas, en El Avila todas son muy engañosas y te llevan a precipicios peligrosísimos", dijo.Moisés llegó desde Coro el fin de semana pasado. Venía a visitar a a su padre. Es el segundo de tres hermanos. En medio de su extravío, su madre Luisa Barkach decidió enrumbarse hasta caracas. "llegué le miércoles, la espera allá era más deseprante que hacerla en la propio ciudad", dijo emocionada por los resultados.Julián Guarín, el padre de Moisés no escondió su felicidad ni por un instante. "Gracias a Dios que el final fue feliz... definitivamente uno no puede perder la fe".Advirtió que se sintió culpable por la desaparición de su hijo. "Yo casi lo obligué a que acompañara a Christomh a El Avila. Él es amigo nuestro desde hace varios años. Trabaja nueve meses en Alemania y los otros tres los pasa en Venezuela... él nos había manifestado que quería conocer la montaña y yo le pedí a Moisés que lo llevara", concluyó
Un excursionista, Jacinto Tavares, fue el buen samaritano que se los encontró en medio de la montaña, los guió hasta el puesto de guardaparques y les prestó el celular para que comunicaran que el extravío había concluído."Nunca perdimos las esperanzas, pero fue muy duro. Estoy infinitamente agradecido con Jacinto. Durante todo el ratro que estuvimos desorientados lo único que hacíamos era bajar y subir... nos vimos frente a precipicios profundos... en ese monotento era la vida o la muerte", recordó Moisés.Explicó que se extraviaron cuando caminaban desde el Hotel Humboldt hasta Pico Occidental. "Lo vimos muy empinado y nos fuimos por otra vía. Ahí nos desorientamos. Cuando ya no vimos salida cerca llamé a mi paá. Estábamos por una quebrada y allí nos quedamos como nos indicaron los rescatistas. El miércoles ya entrada la mañana, como no veíamos avances en la búsqueda decidimos comenzar a bajar siguinedo la quebrada", agregó Moisés.El frío fue fuerte, pero la ropa que llevaban los ayudó. Con una manzana y una naranja se alimentaron ambos durante todo el día el miércoles. El agua no les faltó, pues siempre estuvieron cerca de la quebrada, por ello exlpicó Miguel Matani, coordinador de operaciones de los Bomberos Forestales de Inparques, no presentaron signos de deshidratación. Pero sí algunas excoriaciones y rasguños, lesiones leves por permanecer fuera de la vía establecida.En total, indicó Matani fueron 60 hombres los que participaron en la búsqueda de los dos extraviados. El gruo estuvo integrado por Bomberos Forestales y Metropolitanos de Caracas, escuadron Montado de la Guardia Naciona y 11 equipos de voluntarios.Por su parte el mayor Jesús Fernández Alayón, comandante de Escuadrón Montado de la GN, hizo un llamado a los excursionistas para que no se salgan de los caminos determinados y no pongan en peligro su vida. "Preserven su seguridad. Si van a acampar pidan los permisos correspondienten, si van a pasear en el parque registren su entrada con el personal de Inparques... tomen todas la medidas", indicó.Moisés, estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad Francisco de Miranda de Coro, también hizo un llamado: "No se saolgan de las vías establecidas, tampoco tomen como refrencia las quebradas, en El Avila todas son muy engañosas y te llevan a precipicios peligrosísimos", dijo.Moisés llegó desde Coro el fin de semana pasado. Venía a visitar a a su padre. Es el segundo de tres hermanos. En medio de su extravío, su madre Luisa Barkach decidió enrumbarse hasta caracas. "llegué le miércoles, la espera allá era más deseprante que hacerla en la propio ciudad", dijo emocionada por los resultados.Julián Guarín, el padre de Moisés no escondió su felicidad ni por un instante. "Gracias a Dios que el final fue feliz... definitivamente uno no puede perder la fe".Advirtió que se sintió culpable por la desaparición de su hijo. "Yo casi lo obligué a que acompañara a Christomh a El Avila. Él es amigo nuestro desde hace varios años. Trabaja nueve meses en Alemania y los otros tres los pasa en Venezuela... él nos había manifestado que quería conocer la montaña y yo le pedí a Moisés que lo llevara", concluyó
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