Fuente: http://www.ultimasnoticias.com/ Caracas, 12 de diciembre de 2010 Abrahan Carvajal
Hace exactamente 52 años, el 12 de diciembre de 1958, el cerro El Ávila fue declarado como Parque Nacional. Entre las consideraciones que rezaba el decreto presidencial destacaba "la conservación de los recursos naturales renovables y la formación de centros útiles para la investigación científica, así como también de sitios apropiados para el esparcimiento saludable del pueblo y la atracción turística". Esas consideraciones gubernamentales accionaron un resguardo legal sobre los bosques, plantas, así como los animales y otros seres vivos, el clima, aguas, suelos y demás elementos que dan vida a este gran pulmón vegetal de Caracas.
Hace exactamente 52 años, el 12 de diciembre de 1958, el cerro El Ávila fue declarado como Parque Nacional. Entre las consideraciones que rezaba el decreto presidencial destacaba "la conservación de los recursos naturales renovables y la formación de centros útiles para la investigación científica, así como también de sitios apropiados para el esparcimiento saludable del pueblo y la atracción turística". Esas consideraciones gubernamentales accionaron un resguardo legal sobre los bosques, plantas, así como los animales y otros seres vivos, el clima, aguas, suelos y demás elementos que dan vida a este gran pulmón vegetal de Caracas.
No obstante, en aquella ley el Ejecutivo Nacional quedaba facultado para excluir, de las zonas del parque, aquellas obras que por razones de utilidad pública considerara conveniente. ¿Bajo cuál criterio? Siempre quedó en un limbo.
El Parque Nacional El Ávila- hoy conocido como Waraira Repano- está considerado como una Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), lo cual garantizaría la conservación plena de todos sus espacios, el peligro, según sus defensores, proviene desde el propio Ejecutivo Nacional, el mismo que, en marzo del año en curso, consideró vital promover el cambio de nombre del majestuoso cerro por el vocablo indígena, con lo cual se "garantizaría la herencia histórica que se transfiere entre los pueblos y comunidades", aunque irónicamente, por estas páginas, el periodista Jesús Cova nos ha recordado que el modo correcto de escribirlo es Guaraira Repano.
Hoy en día, El Ávila o Waraira Repano- como prefieran- está amenazado y el desenlace está previsto más temprano que tarde. "Nos parece gravísimo que se hable de tomar las colinas del parque, pues esa expresión podría ser interpretada como un permiso para invadir; no sería la primera vez que el mensaje emanado de las instancias gubernamentales es peligrosamente equívoco", señala Cristina Vaamonde, quien es presidenta de Una Montaña de Gente, una ONG que ha venido implementando campañas para generar conciencia en el cuido de los espacios naturales en el país.
Alejandro Hitcher, actual Ministro del Poder Popular para el Ambiente, indicó que se haría un realinderamiento de la fachada norte del Parque Nacional Waraira Repano con la finalidad de construir viviendas que solucionen el problema que atraviesan los afectados por las recientes lluvias. "La construcción sería entre el río Tacagua y el río Naiguatá solamente, en el orden de unos veinte kilómetros", dijo.
Ante este anuncio que desató el Jefe de Estado, Hugo Chávez, el pasado domingo, cuando expresó que se elevaría la cota de construcción en el Parque Nacional, han surgido innumerables inquietudes y una incesante preocupación. John Duque, quien también es activista de Una Montaña de Gente, señala que al construir complejos habitacionales en El Ávila también implica habilitar servicios públicos: electricidad, líneas telefónicas, gas, entre otros y por tanto esto incrementaría la quema de terrenos y el desvío de riachuelos.
"La elevación de la cota de la vertiente norte a casi el doble de la actual, generaría un ecocidio, inclusive ya se ven los efectos cuando, desde hace un buen tiempo, han construido ranchos en algunas zonas", argumentó Duque quien cree que el peor enemigo que tiene El Ávila es la desinformación. "Hemos hecho campañas con el mensaje de que la temporada de sequía no es igual a temporada de incendio pues, las condiciones climatológicas en Venezuela no son las que generan los incendios espontáneos, pues estos se dan bajo un calor de 50 grados. La mano del hombre la que actúa", dijo Duque en referencia a la cadena de incendios que se ha registrado, en lo que ha de año, con saldo superior a las 3 mil hectáreas afectadas.
El Parque Nacional El Ávila- hoy conocido como Waraira Repano- está considerado como una Área Bajo Régimen de Administración Especial (ABRAE), lo cual garantizaría la conservación plena de todos sus espacios, el peligro, según sus defensores, proviene desde el propio Ejecutivo Nacional, el mismo que, en marzo del año en curso, consideró vital promover el cambio de nombre del majestuoso cerro por el vocablo indígena, con lo cual se "garantizaría la herencia histórica que se transfiere entre los pueblos y comunidades", aunque irónicamente, por estas páginas, el periodista Jesús Cova nos ha recordado que el modo correcto de escribirlo es Guaraira Repano.
Hoy en día, El Ávila o Waraira Repano- como prefieran- está amenazado y el desenlace está previsto más temprano que tarde. "Nos parece gravísimo que se hable de tomar las colinas del parque, pues esa expresión podría ser interpretada como un permiso para invadir; no sería la primera vez que el mensaje emanado de las instancias gubernamentales es peligrosamente equívoco", señala Cristina Vaamonde, quien es presidenta de Una Montaña de Gente, una ONG que ha venido implementando campañas para generar conciencia en el cuido de los espacios naturales en el país.
Alejandro Hitcher, actual Ministro del Poder Popular para el Ambiente, indicó que se haría un realinderamiento de la fachada norte del Parque Nacional Waraira Repano con la finalidad de construir viviendas que solucionen el problema que atraviesan los afectados por las recientes lluvias. "La construcción sería entre el río Tacagua y el río Naiguatá solamente, en el orden de unos veinte kilómetros", dijo.
Ante este anuncio que desató el Jefe de Estado, Hugo Chávez, el pasado domingo, cuando expresó que se elevaría la cota de construcción en el Parque Nacional, han surgido innumerables inquietudes y una incesante preocupación. John Duque, quien también es activista de Una Montaña de Gente, señala que al construir complejos habitacionales en El Ávila también implica habilitar servicios públicos: electricidad, líneas telefónicas, gas, entre otros y por tanto esto incrementaría la quema de terrenos y el desvío de riachuelos.
"La elevación de la cota de la vertiente norte a casi el doble de la actual, generaría un ecocidio, inclusive ya se ven los efectos cuando, desde hace un buen tiempo, han construido ranchos en algunas zonas", argumentó Duque quien cree que el peor enemigo que tiene El Ávila es la desinformación. "Hemos hecho campañas con el mensaje de que la temporada de sequía no es igual a temporada de incendio pues, las condiciones climatológicas en Venezuela no son las que generan los incendios espontáneos, pues estos se dan bajo un calor de 50 grados. La mano del hombre la que actúa", dijo Duque en referencia a la cadena de incendios que se ha registrado, en lo que ha de año, con saldo superior a las 3 mil hectáreas afectadas.
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