San Isidro de Galipán Fuente: www.eluniversal.com Caracas, 27 de marzo de 2010 Javier Bassesco
Es apenas la segunda vez en la historia que se cierra el acceso a este poblado
La única excepción que se había hecho con el cierre de todos los accesos del Ávila, anunciado el pasado miércoles debido a la multiplicación de incendios, fue levantada: ni siquiera en vehículo podrán los turistas llegar hasta Galipán. Por segunda vez desde que a principios de los noventa el pueblo de Galipán lograra ser reconocido como población autóctona (principios de los 90), el Gobierno cierra el acceso hasta esta población, que puebla la montaña caraqueña desde finales del siglo XVII. La primera vez también fue debido a los incendios, a mitad de la década pasada, cuando el fiscal ambiental Danilo Anderson dictó una medida similar que en la práctica no duró ni tres días debido a un amparo que introdujeron los pobladores de Galipán. En esta ocasión los habitantes también están muy molestos porque han hecho una inversión especial para atender a los turistas de Semana Santa, turistas que nunca llegarán, pues la prohibición se extiende hasta el 12 de abril. Roberto Pérez Cabrera se queja de que siempre se ha tratado a los galipaneros como a ciudadanos de segunda: "Cuando en 1958 comenzó la democracia, para Galipán empezó la dictadura", dice, refiriéndose al decreto que en 1958 convirtió al Ávila como parque nacional sin tomarlos en cuenta. No fue sino hasta 1992 cuando Galipán fue reconocido como poblado autóctono, como una población que está en el parque, pero que no forma parte del mismo. Por eso los linderos de Galipán, por el norte, sur, este u oeste dicen: "Parque Nacional el Ávila". La prohibición de dejar entrar a los turistas, afirma Pérez Cabrera, atenta contra los derechos de trabajo y libre tránsito: "¿Por qué un amigo no me puede visitar, por ejemplo?", se pregunta. Con la autoridad que le da descender de una familia que tiene siete generaciones en esta montaña, afirma que esa providencia publicada en la Gaceta Oficial del 25 de marzo (número 39394) no solo es inconstitucional, sino que no tiene ninguna razón de ser, pues los incendios jamás se han producido por esos lados: "Aquí lo que han existido son conatos de incendio que nosotros mismos apagamos. Los incendios son siempre por esa zona de Sebucán y por Guarenas. ¿Por qué no ponen vigilancia por ahí en vez de perjudicar a todo el mundo?", se pregunta. Para Francisco Pérez, miembro de un consejo comunal de San Isidro, la medida es además discriminatoria, porque no se está prohibiendo la subida por teleférico. Pide a las autoridades que se reconsidere esta medida, porque debido a la Semana Santa todos los negocios hicieron una inversión que es de aproximadamente el doble de la que hacen cada semana.
Es apenas la segunda vez en la historia que se cierra el acceso a este poblado
La única excepción que se había hecho con el cierre de todos los accesos del Ávila, anunciado el pasado miércoles debido a la multiplicación de incendios, fue levantada: ni siquiera en vehículo podrán los turistas llegar hasta Galipán. Por segunda vez desde que a principios de los noventa el pueblo de Galipán lograra ser reconocido como población autóctona (principios de los 90), el Gobierno cierra el acceso hasta esta población, que puebla la montaña caraqueña desde finales del siglo XVII. La primera vez también fue debido a los incendios, a mitad de la década pasada, cuando el fiscal ambiental Danilo Anderson dictó una medida similar que en la práctica no duró ni tres días debido a un amparo que introdujeron los pobladores de Galipán. En esta ocasión los habitantes también están muy molestos porque han hecho una inversión especial para atender a los turistas de Semana Santa, turistas que nunca llegarán, pues la prohibición se extiende hasta el 12 de abril. Roberto Pérez Cabrera se queja de que siempre se ha tratado a los galipaneros como a ciudadanos de segunda: "Cuando en 1958 comenzó la democracia, para Galipán empezó la dictadura", dice, refiriéndose al decreto que en 1958 convirtió al Ávila como parque nacional sin tomarlos en cuenta. No fue sino hasta 1992 cuando Galipán fue reconocido como poblado autóctono, como una población que está en el parque, pero que no forma parte del mismo. Por eso los linderos de Galipán, por el norte, sur, este u oeste dicen: "Parque Nacional el Ávila". La prohibición de dejar entrar a los turistas, afirma Pérez Cabrera, atenta contra los derechos de trabajo y libre tránsito: "¿Por qué un amigo no me puede visitar, por ejemplo?", se pregunta. Con la autoridad que le da descender de una familia que tiene siete generaciones en esta montaña, afirma que esa providencia publicada en la Gaceta Oficial del 25 de marzo (número 39394) no solo es inconstitucional, sino que no tiene ninguna razón de ser, pues los incendios jamás se han producido por esos lados: "Aquí lo que han existido son conatos de incendio que nosotros mismos apagamos. Los incendios son siempre por esa zona de Sebucán y por Guarenas. ¿Por qué no ponen vigilancia por ahí en vez de perjudicar a todo el mundo?", se pregunta. Para Francisco Pérez, miembro de un consejo comunal de San Isidro, la medida es además discriminatoria, porque no se está prohibiendo la subida por teleférico. Pide a las autoridades que se reconsidere esta medida, porque debido a la Semana Santa todos los negocios hicieron una inversión que es de aproximadamente el doble de la que hacen cada semana.
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