Palmero de ChacaoFuente: www.eluniversal.com Caracas, 25 de marzo de 2010 Mirelis Morales Tovar
176 hombres salieron rumbo a Salmerón y a Cúpira en busca de la palma bendita
El Pedregal estaba alborotado. Y en el reloj no llegan a ser ni siquiera las 7:00 de la mañana. Algo ciertamente pasaba ayer en esa localidad de Chacao. Mujeres iban de un lado a otro con las últimas provisiones para sus hijos. Mientras los niños corrían a congregarse en el ambulatorio, con sus bolsos cargados. Los hombres, entretanto, arreglaban los detalles de la logística que quedaban pendiente. Al tiempo que los abuelos observaban y daban ciertas recomendaciones en medio de ese corre corre. Así se vivió la salida de los palmeros en El Pedregal. Estar allí es presenciar cómo la comunidad se involucra en un hecho que ocurre una vez al año y sentir la devoción que transmiten quienes cumplen la promesa de traer la palma bendita. "Es una tradición que mantengo desde los 7 años y lo haré mientras esté vivo", comentó Jhonny Blanco, quien tiene 60 años. Había entusiasmo entre ellos. Una energía contagiante. Pero también un rastro de tristeza. Y un poco de incertidumbre. Por un lado, porque no podrán subir al Parque Nacional El Ávila por primera vez en 240 años de tradición a causa de la sequía. Y por otro, porque Salmerón, San José de Barlovento y Cúpira constituyen terrenos hasta ahora desconocidos. "En El Ávila hasta las culebras nos conocían", comentó Jesús Cadena, quien tiene 48 años subiendo. "Arriba teníamos la bendición de los palmeros fallecidos, quienes nos protegían de cualquier picada. Ahora vamos a un área nueva y no sabemos si allá tendrá el mismo efecto", acotó. Sin embargo, otros palmeros confían que "los muñecos" los acompañarán, pues como dice el himno de los palmeros: "donde va el primero, lo siguen los otros". Ese cambio de locación determinó que este año las mochilas de los palmeros fueran más livianas. Por tratarse de tierras calientes, la prioridad no fue cargar con cobijas. Eso abrió espacio para meter más enlatados, baterías, ropa y unos zapatos extras, entre otras cosas. "Desde Carnaval comenzamos con los preparativos", comentó Rodolfo López, quien va junto a sus hermanos Jesús y Carlos. "Más bien, ya el 24 de diciembre empieza el alboroto. Es que la experiencia de ser palmero no tiene palabras para describirlo. Tienes que sentirlo de corazón para entendernos". "Por eso la quema del Ávila nos entristece tanto", agregó Oscar Guerrero. "No podemos sentir la misma emoción". Hoy, la esperanza de los palmeros está puesta en la recuperación de la montaña. Pero temen que eso podría demorar hasta 4 años. Igual, no pierden la fe. Mientras, aceptan tomar otras rutas con la protección de Dios. Y Pedregal se queda a la espera de su regreso.
Itinerario de viaje
Un primer grupo de 56 palmeros salió a primera hora de la mañana rumbo a Salmerón (Estado Miranda), según explicó Richard Delgado, representante de la Asociación de Palmeros de Chacao. A horas del mediodía, se programó la partida de otros 120 hombres, quienes tendrían por destino la localidad de Cupira. Hoy está previsto que salgan unos 60 palmeros para San José de Barlovento. Su llegada está programada para el viernes en la noche y su recibimiento se hará el sábado a los pies de Sabas Nieves, en compañía de los 90 palmeritos.
176 hombres salieron rumbo a Salmerón y a Cúpira en busca de la palma bendita
El Pedregal estaba alborotado. Y en el reloj no llegan a ser ni siquiera las 7:00 de la mañana. Algo ciertamente pasaba ayer en esa localidad de Chacao. Mujeres iban de un lado a otro con las últimas provisiones para sus hijos. Mientras los niños corrían a congregarse en el ambulatorio, con sus bolsos cargados. Los hombres, entretanto, arreglaban los detalles de la logística que quedaban pendiente. Al tiempo que los abuelos observaban y daban ciertas recomendaciones en medio de ese corre corre. Así se vivió la salida de los palmeros en El Pedregal. Estar allí es presenciar cómo la comunidad se involucra en un hecho que ocurre una vez al año y sentir la devoción que transmiten quienes cumplen la promesa de traer la palma bendita. "Es una tradición que mantengo desde los 7 años y lo haré mientras esté vivo", comentó Jhonny Blanco, quien tiene 60 años. Había entusiasmo entre ellos. Una energía contagiante. Pero también un rastro de tristeza. Y un poco de incertidumbre. Por un lado, porque no podrán subir al Parque Nacional El Ávila por primera vez en 240 años de tradición a causa de la sequía. Y por otro, porque Salmerón, San José de Barlovento y Cúpira constituyen terrenos hasta ahora desconocidos. "En El Ávila hasta las culebras nos conocían", comentó Jesús Cadena, quien tiene 48 años subiendo. "Arriba teníamos la bendición de los palmeros fallecidos, quienes nos protegían de cualquier picada. Ahora vamos a un área nueva y no sabemos si allá tendrá el mismo efecto", acotó. Sin embargo, otros palmeros confían que "los muñecos" los acompañarán, pues como dice el himno de los palmeros: "donde va el primero, lo siguen los otros". Ese cambio de locación determinó que este año las mochilas de los palmeros fueran más livianas. Por tratarse de tierras calientes, la prioridad no fue cargar con cobijas. Eso abrió espacio para meter más enlatados, baterías, ropa y unos zapatos extras, entre otras cosas. "Desde Carnaval comenzamos con los preparativos", comentó Rodolfo López, quien va junto a sus hermanos Jesús y Carlos. "Más bien, ya el 24 de diciembre empieza el alboroto. Es que la experiencia de ser palmero no tiene palabras para describirlo. Tienes que sentirlo de corazón para entendernos". "Por eso la quema del Ávila nos entristece tanto", agregó Oscar Guerrero. "No podemos sentir la misma emoción". Hoy, la esperanza de los palmeros está puesta en la recuperación de la montaña. Pero temen que eso podría demorar hasta 4 años. Igual, no pierden la fe. Mientras, aceptan tomar otras rutas con la protección de Dios. Y Pedregal se queda a la espera de su regreso.
Itinerario de viaje
Un primer grupo de 56 palmeros salió a primera hora de la mañana rumbo a Salmerón (Estado Miranda), según explicó Richard Delgado, representante de la Asociación de Palmeros de Chacao. A horas del mediodía, se programó la partida de otros 120 hombres, quienes tendrían por destino la localidad de Cupira. Hoy está previsto que salgan unos 60 palmeros para San José de Barlovento. Su llegada está programada para el viernes en la noche y su recibimiento se hará el sábado a los pies de Sabas Nieves, en compañía de los 90 palmeritos.
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