Fuente: www.eluniversal.com Caracas, 13 de abril de 2010 Migdalis Cañizález V.
Este afluente aportaba 160 litros de agua por segundo a 50% de Guarenas
El río Curupao, ubicado en la vertiente sur del Parque Nacional El Ávila en el municipio Plaza y que aportaba 160 litros de agua por segundo a 50% de los sectores de Guarenas, está totalmente seco, producto de los incendios forestales y las invasiones que se han instalado en su cauce. Y es que ya ni el balneario, que era uno de los más visitado en temporada alta por los guareneros, está funcionando, porque no hay agua. De los diez puestos de comida que operaban a la orilla del río que colinda con la Zona Industrial de Guayabal ya solo quedan cuatro. Carmen Natera, comerciante de la zona, reveló que en los 10 años que tiene trabajando allí, es la primera vez que el río se seca casi totalmente. "Solo quedan algunos pozos donde la gente a veces se baña". Según voceros de Hidrocapital, el bajo caudal del río ha afectado el suministro de agua en el casco histórico de Guarenas, Guacarapa y otros sectores aledaños. De los 160 litros de agua por segundo que se extraían ahora solo se pueden sacar 50 litros por segundo. En este sector está ubicado un dique toma y una estación cloradora para el tratamiento del agua, que operan parcialmente debido a la poca producción que tiene este afluente. Elio Bolívar, cronista de Guarenas, quien ha sido uno de los defensor del río Curupao, advierte que "para Guarenas sería una situación catastrófica que se acabara esta fuente de agua, porque Taguaza no puede abastecer a todo el pueblo, a las urbanizaciones y también a Guatire y Araira". Comentó que en los últimos tres años se han instalado más de 30 ranchos en el sector La Guarita, que están localizados muy cerca de las cinco cascadas que surten de agua al río Curupao. Dijo que esta situación se ha denunciado ante las autoridades municipales y la Guardia Nacional, pero no han hecho nada. Relata Bolívar que Curupao no solo le da agua a Guarenas sino que en una oportunidad, en 1919, le daba hasta la luz. De hecho, en la zona hay una planta eléctrica que era propiedad de la Electricidad de Caracas y que aportaba el servicio para el casco histórico de Guarenas y los sectores aledaños, que dejó de funcionar en los años 80, cuando entró a operar el suministro de electricidad a través del embalse del Guri. Fuego consumió 350 hectáreas Por si fuera poco, esta montaña que es considerada por los guareneros como santuario ecológico, ha sido la vertiente del parque nacional más afectada en los últimos incendios forestales. Según José Aquino, guardaparques de Guarenas y Guatire, en el último incendio que se registró en la zona se quemaron 350 hectáreas. El siniestro duró casi seis semanas aproximadamente, desde el 3 de marzo hasta lunes cinco abril que se pudo controlar con ayuda de equipos especiales de la Guardia Nacional. Comentó que por estos incendios hubo un daño muy grave en el ecosistema, que no solo afecta la flora y la fauna sino también los cauces de las quebradas que alimentan el río Curupao. "La montaña está muy débil y su recuperación podría demorar entre cinco y diez años", afirmó. También advirtió que con las lluvias se puede presentar un problema grave, porque la montaña no está en capacidad de retener el sedimento y el material que se quemó en la parte de arriba del cerro, por lo que todo va caer al río y se pueden presentar inundaciones en la zona.
Este afluente aportaba 160 litros de agua por segundo a 50% de Guarenas
El río Curupao, ubicado en la vertiente sur del Parque Nacional El Ávila en el municipio Plaza y que aportaba 160 litros de agua por segundo a 50% de los sectores de Guarenas, está totalmente seco, producto de los incendios forestales y las invasiones que se han instalado en su cauce. Y es que ya ni el balneario, que era uno de los más visitado en temporada alta por los guareneros, está funcionando, porque no hay agua. De los diez puestos de comida que operaban a la orilla del río que colinda con la Zona Industrial de Guayabal ya solo quedan cuatro. Carmen Natera, comerciante de la zona, reveló que en los 10 años que tiene trabajando allí, es la primera vez que el río se seca casi totalmente. "Solo quedan algunos pozos donde la gente a veces se baña". Según voceros de Hidrocapital, el bajo caudal del río ha afectado el suministro de agua en el casco histórico de Guarenas, Guacarapa y otros sectores aledaños. De los 160 litros de agua por segundo que se extraían ahora solo se pueden sacar 50 litros por segundo. En este sector está ubicado un dique toma y una estación cloradora para el tratamiento del agua, que operan parcialmente debido a la poca producción que tiene este afluente. Elio Bolívar, cronista de Guarenas, quien ha sido uno de los defensor del río Curupao, advierte que "para Guarenas sería una situación catastrófica que se acabara esta fuente de agua, porque Taguaza no puede abastecer a todo el pueblo, a las urbanizaciones y también a Guatire y Araira". Comentó que en los últimos tres años se han instalado más de 30 ranchos en el sector La Guarita, que están localizados muy cerca de las cinco cascadas que surten de agua al río Curupao. Dijo que esta situación se ha denunciado ante las autoridades municipales y la Guardia Nacional, pero no han hecho nada. Relata Bolívar que Curupao no solo le da agua a Guarenas sino que en una oportunidad, en 1919, le daba hasta la luz. De hecho, en la zona hay una planta eléctrica que era propiedad de la Electricidad de Caracas y que aportaba el servicio para el casco histórico de Guarenas y los sectores aledaños, que dejó de funcionar en los años 80, cuando entró a operar el suministro de electricidad a través del embalse del Guri. Fuego consumió 350 hectáreas Por si fuera poco, esta montaña que es considerada por los guareneros como santuario ecológico, ha sido la vertiente del parque nacional más afectada en los últimos incendios forestales. Según José Aquino, guardaparques de Guarenas y Guatire, en el último incendio que se registró en la zona se quemaron 350 hectáreas. El siniestro duró casi seis semanas aproximadamente, desde el 3 de marzo hasta lunes cinco abril que se pudo controlar con ayuda de equipos especiales de la Guardia Nacional. Comentó que por estos incendios hubo un daño muy grave en el ecosistema, que no solo afecta la flora y la fauna sino también los cauces de las quebradas que alimentan el río Curupao. "La montaña está muy débil y su recuperación podría demorar entre cinco y diez años", afirmó. También advirtió que con las lluvias se puede presentar un problema grave, porque la montaña no está en capacidad de retener el sedimento y el material que se quemó en la parte de arriba del cerro, por lo que todo va caer al río y se pueden presentar inundaciones en la zona.
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