Fuente: www.eluniversal.com Caracas, 26 de enero de 2010
Las llamas tienen lugar en uno de los sitios más altos del parque nacional
Desde ayer en la mañana los bomberos forestales, apoyados en su grupo de voluntarios, lucha contra un incendio en lo más alto del Parque Nacional El Ávila, que ya hacia el mediodía había afectado dos hectáreas. El incendio tiene lugar muy cerca del pico Naiguatá (el más alto de todo el Ávila, con 2.765 metros), exactamente en ese grupo de rocas que es conocido como Platos del Diablo y que está en uno de los extremos de la Fila Maestra, que une el pico Oriental con el Naiguatá y que es uno de los caminos menos transitados de todo el Ávila. La altura ha dificultado el control de las llamas, pues el acceso a ese lugar no es nada fácil, y los fuertes vientos contribuyen a propagar el incendio. La mayoría de los bomberos forestales que subieron para intentar controlarlo acamparon anoche en los alrededores. Miguel Matany, director de los Bomberos Forestales, recordaba recientemente que desde el inicio de la temporada de sequía (1 de diciembre) ya ese cuerpo había tenido 37 intervenciones por incendio en distintas partes del Ávila, y recordó que estos siempre tienen relación con el ser humano, bien por impericia o negligencia. jb
Las llamas tienen lugar en uno de los sitios más altos del parque nacional
Desde ayer en la mañana los bomberos forestales, apoyados en su grupo de voluntarios, lucha contra un incendio en lo más alto del Parque Nacional El Ávila, que ya hacia el mediodía había afectado dos hectáreas. El incendio tiene lugar muy cerca del pico Naiguatá (el más alto de todo el Ávila, con 2.765 metros), exactamente en ese grupo de rocas que es conocido como Platos del Diablo y que está en uno de los extremos de la Fila Maestra, que une el pico Oriental con el Naiguatá y que es uno de los caminos menos transitados de todo el Ávila. La altura ha dificultado el control de las llamas, pues el acceso a ese lugar no es nada fácil, y los fuertes vientos contribuyen a propagar el incendio. La mayoría de los bomberos forestales que subieron para intentar controlarlo acamparon anoche en los alrededores. Miguel Matany, director de los Bomberos Forestales, recordaba recientemente que desde el inicio de la temporada de sequía (1 de diciembre) ya ese cuerpo había tenido 37 intervenciones por incendio en distintas partes del Ávila, y recordó que estos siempre tienen relación con el ser humano, bien por impericia o negligencia. jb
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