Esta cabina está al lado de una antigua caseta de vigilancia
Fuente: http://m.eluniversal.com/caracas/141109/una-estacion-con-potencial-de-museo JAVIER BRASSESCO | 09/11/2014
Entre 1956 y 1977 funcionó el teleférico que desde el Humboldt bajaba hasta Macuto, y aunque se reabrió por última vez en los 80, lo cierto es que sobre el mismo pesan hoy 37 años de abandono, y hasta el vigilante que cuidaba sus instalaciones se fue hace once años.
A disposición de cualquier caraqueño que la quiera visitar, a solo 1,8 kilómetros de la famosa bodega de Galipán (conocida como La Chivera) y a 900 metros de la Y que conduce a Lagunazo, permanece enclavada en la montaña la estación de mantenimiento El Iron, que conserva su majestuosa estructura y en donde todavía se pueden ver los esqueletos de ocho cabinas, incluyendo una VIP (para presidentes y dignatarios) y otra de mantenimiento. Cualquier usuario puede subir también hasta lo más alto del sistema rodante o descender por una escalera de setenta escalones a una fosa de más de veinte metros.
Derbys López, director de Fundhea (organización que realiza visitas guiadas a este lugar y a la que se puede contactar por el teléfono 0416 4130136) cuenta que en varias ocasiones se ha hablado de instaurar aquí un museo, aunque finalmente nada se ha concretado. "Pero lo cierto es que pocos lugares de la ciudad tienen un mayor potencial para inaugurar un museo histórico", dice.
Cerrado al público en 1977, en principio de manera temporal porque se rompió una guaya, el teleférico se movió por última vez en 1986, y alguna cabina todavía puede verse, a lo lejos, guindando en el aire desde la bajada que comunica Galipán con Macuto (más o menos a la altura de la posada Miradas). Debido a esto, muchos galipaneros lo llaman "El teleférico fantasma".
Ahora que se vuelve a hablar del nuevo teleférico a Macuto (que cubrirá una ruta distinta a este) y se vuelven a asignar fondos a esta obra, sería interesante que también se rescataran las imponentes instalaciones del primer teleférico que bajaba hasta La Guaira.
A disposición de cualquier caraqueño que la quiera visitar, a solo 1,8 kilómetros de la famosa bodega de Galipán (conocida como La Chivera) y a 900 metros de la Y que conduce a Lagunazo, permanece enclavada en la montaña la estación de mantenimiento El Iron, que conserva su majestuosa estructura y en donde todavía se pueden ver los esqueletos de ocho cabinas, incluyendo una VIP (para presidentes y dignatarios) y otra de mantenimiento. Cualquier usuario puede subir también hasta lo más alto del sistema rodante o descender por una escalera de setenta escalones a una fosa de más de veinte metros.
Derbys López, director de Fundhea (organización que realiza visitas guiadas a este lugar y a la que se puede contactar por el teléfono 0416 4130136) cuenta que en varias ocasiones se ha hablado de instaurar aquí un museo, aunque finalmente nada se ha concretado. "Pero lo cierto es que pocos lugares de la ciudad tienen un mayor potencial para inaugurar un museo histórico", dice.
Cerrado al público en 1977, en principio de manera temporal porque se rompió una guaya, el teleférico se movió por última vez en 1986, y alguna cabina todavía puede verse, a lo lejos, guindando en el aire desde la bajada que comunica Galipán con Macuto (más o menos a la altura de la posada Miradas). Debido a esto, muchos galipaneros lo llaman "El teleférico fantasma".
Ahora que se vuelve a hablar del nuevo teleférico a Macuto (que cubrirá una ruta distinta a este) y se vuelven a asignar fondos a esta obra, sería interesante que también se rescataran las imponentes instalaciones del primer teleférico que bajaba hasta La Guaira.
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