sábado, 5 de mayo de 2012

La indigencia y la brujería se apoderan de El Ávila

Los indigentes han hecho del Waraira Repano su casa y hasta hacen sus oficios diarios Foto: VENANCIO ALCÁZARES El Universal
Fuente: www.eluniversal.com Caracas, 27 de abril de 2012
Ambiente
ONG ambientalistas alertan sobre situación critica del parque nacional.
El Parque Nacional El Ávila ahora no solo está invadido por indigentes que han hecho de los arbustos, retiros viales y distribuidores sus hogares; sino que están proliferando las practicas de brujería e incluso han instalado altares en las orilla de las quebradas y en las faldas de este espacio verde.
En un recorrido se observó que ha aumentado el número de indigentes que pernoctan en las faldas de la montaña, puentes y retiros viales de la avenida Boyacá, específicamente entre Los Dos Caminos, La Castellana, La Florida, Maripérez y distribuidor Baralt. Además se han instalado una especie de campamentos donde se observan resto de animales muertos con sabanas blancas y rojas, lo que evidencia que se trata de prácticas de brujería.
Cristina Vaamonde, directora de la Asociación Civil Una Montaña de Gente, denunció que esta situación se ha agudizado en el parque nacional por falta de vigilancia y control por parte de la Guardia Nacional. "En el parque hay tres tipo de modalidades de invasiones: los indigentes que pernoctan todas las noches y han hecho casas improvisadas; los que solo acuden para consumir drogas y bebidas alcohólicas y las parejas que utilizan ciertos parajes del parque como hotel", afirmó. "Ahora la situación está más crítica porque hemos visto en estos últimos meses que en sitio como quebrada Quintero hay un especie de altar que las autoridades de Inparques no se atreven a eliminar".
En 2007, la misión Negra Hipólita retiró a más de cien indigentes del Ávila.
ONG ambientalistas alertan sobre situación critica del parque nacional.
Los sectores que han sido invadidos son: Boleíta, La Castellana, Chacaíto, La Florida, Maripérez, San Bernardino y el distribuidor Baralt, Puerta Caracas y detrás del terminal de Oriente, así como la zona de Guarenas y Guatire. Sin embargo, aclaró que todas las 25 entradas al parque nacional son vulnerables y se hace un daño ecológico difícil de evaluar en El Ávila. Afirmó que toda esta situación ha incrementado la inseguridad en el parque nacional. Hay puntos como el sector Galindo, en Terrazas del Ávila, donde las mismas autoridades de Inparques le recomienda a los usuarios que no suban por allí, porque se han dado casos de hasta de intentos de violaciones y robos.
Recomienda que los efectivos de la Guardia Nacional refuerce la vigilancia en todo el parque nacional. Además se debe aumentar el número de guardaparques a cien (actualmente hay 35 ) y dotar al personal de todos los equipos de comunicaciones.

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