Todo indica que los sujetos que asaltaron las oficinas del parque Avila Mágica, en Maripérez, contaron con complicidad interna. Cuatro delincuentes burlaron la custodia de la Guardia Nacional, mientras los efectivos hacían el recorrido, sometieron a los vigilantes privados y se apoderaron de 300 mil bolívares fuertes, producto de las recaudaciones de los últimos días. En las instalaciones no hay servicio los días lunes para subir a El Avila en el teleférico, y los martes en la mañana depositan en el banco el monto recaudado de jueves a domingo. Primero sometieron a dos vigilantes en la puerta, los metieron en un carro Chevrolet Aveo, azul, para ingresar a las instalaciones y controlar a los otros dos. Todos fueron atados y amordazados. Los maleantes conocían la distribución del inmueble. Fueron directamente a las dos oficinas donde se guardaba el dinero listo para ser depositado y abrieron las puertas con una pata é cabra. Los vigilantes quedaron encerrados e incomunicados por más de tres horas, hasta que uno logró desatarse y llamar por teléfono a su supervisor, quien dio aviso a las autoridades. Los primeros en llegar fueron los agentes de la División de Inteligencia de la PM, ubicada en Maripérez, al mando del comisario Cristian Barceló. Para sacar a los vigilantes tuvieron que emplear herramientas, pues las puertas quedaron clausuradas. Los vigilantes Rafael Ramírez, José Méndez, Luis Martínez y Juan Echezuría, fueron llevados a declarar en la División de Robos de la policía científica. Las autoridades revisan los vídeos para verificar más detalles del carro que tripulaban los asaltantes. También chequean en la nómina de empleados a quienes hayan sido despedidos últimamente. Los atracadores utilizaron pistolas automáticas. Uno se atrevió a decir que su arma tenía silenciador y podía matarlos sin llamar la atención de los guardias que estaban afuera.
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