La raza ha estado al borde de la desaparición porque durante años ha sido cruzada con otras clases de perro, lo cual disminuye su pureza (EFE)
Fuente: http://www.eluniversal.com/ Daniel Ricardo Hernández. Caracas, miercoles 27 de agosto de 2008
- De pura raza
El Gobierno aspira a recuperar la raza del can que acompañó a Simón Bolívar
Dos animales fueron emblemáticos en la vida de Simón Bolívar. Uno, Palomo, el caballo blanco que prestó su lomo al prócer durante la gesta emancipadora. Otro, Nevado, un perro mucuchíes de pelaje blanquinegro, cuyos ladridos animaron las luchas del Libertador, hasta que una herida recibida en la batalla de Carabobo segara la vida del fiel cuadrúpedo.
Nevado, entonces, hizo célebre a su raza: los mucuchíes. El origen y pureza de ésta es discutida, al punto que no ha sido reconocida como tal en instancias internacionales. Pero se asume que se trata de una especie venezolana. Desde 1964 está reconocido como Perro Nacional de Venezuela.
Pese a la importancia de la raza, los cruces entre distintas clases de perro han puesto al mucuchíes en riesgo de desaparecer como especie pura.
Intentos por recuperar esa pureza han sobrado, pero el éxito no termina de cuajar. Consciente de ello amantes de la raza crearon la Fundación Nevado (Funev), en homenaje a la mascota del Libertador, y se propusieron trabajar para repoblar al país de perros mucuchíes, amén de mantener la pureza de la raza, con miras a conseguir reconocimiento mundial. Walter Demendoza, líder del movimiento, presentó la iniciativa al Gobierno Nacional y desde entonces ha recibido apoyo para poner en funcionamiento un criadero en el Parque Nacional El Ávila: "Una de las metas es repoblar de nuevo los páramos con los ejemplares puros (...) y enseñar a la gente que no se deben entremezclar con otras razas ", añadió Demendoza en una entrevista que concedió a la agencia Efe.
El recinto se estableció a los pies del Hotel Humboldt, para emular el clima andino, el ideal para la raza. Allí Demendoza, con el apoyo del Ministerio del Turismo, cuida a seis ejemplares -uno de ellos llamado Nevado- y está a la espera de dos cachorros más que permitirán producir más crías.
Proteger antes que criar
Hay a quienes estiman que los esfuerzos de Funev podrían ser canalizados de otra manera: "Las ONG de protección animal llevamos casi dos años esperando por la aprobación de la Ley de Protección Animal. Si tanto admiran a los animales, por qué primero no aprueban una ley donde se hagan respetar sus derechos. ¿Por qué hacer un criadero con fines de comercializarlos y mantenerlos hacinados en jaulas para que los turistas se fotografíen con ellos?", se pregunta Lilibel De Matos, directora de Zooikos. "Trabajamos con las uñas tratando de curar y reubicar a miles de animales en estado de abandono gracias a personas que tienen un animal de compañía por tenerlo, pero que no se preocupan por prestarle los cuidados básicos y que en el momento que representan un peso en sus vidas pues lo dejan en la calle o en los refugios", expresa la ambientalista.
- De pura raza
El Gobierno aspira a recuperar la raza del can que acompañó a Simón Bolívar
Dos animales fueron emblemáticos en la vida de Simón Bolívar. Uno, Palomo, el caballo blanco que prestó su lomo al prócer durante la gesta emancipadora. Otro, Nevado, un perro mucuchíes de pelaje blanquinegro, cuyos ladridos animaron las luchas del Libertador, hasta que una herida recibida en la batalla de Carabobo segara la vida del fiel cuadrúpedo.
Nevado, entonces, hizo célebre a su raza: los mucuchíes. El origen y pureza de ésta es discutida, al punto que no ha sido reconocida como tal en instancias internacionales. Pero se asume que se trata de una especie venezolana. Desde 1964 está reconocido como Perro Nacional de Venezuela.
Pese a la importancia de la raza, los cruces entre distintas clases de perro han puesto al mucuchíes en riesgo de desaparecer como especie pura.
Intentos por recuperar esa pureza han sobrado, pero el éxito no termina de cuajar. Consciente de ello amantes de la raza crearon la Fundación Nevado (Funev), en homenaje a la mascota del Libertador, y se propusieron trabajar para repoblar al país de perros mucuchíes, amén de mantener la pureza de la raza, con miras a conseguir reconocimiento mundial. Walter Demendoza, líder del movimiento, presentó la iniciativa al Gobierno Nacional y desde entonces ha recibido apoyo para poner en funcionamiento un criadero en el Parque Nacional El Ávila: "Una de las metas es repoblar de nuevo los páramos con los ejemplares puros (...) y enseñar a la gente que no se deben entremezclar con otras razas ", añadió Demendoza en una entrevista que concedió a la agencia Efe.
El recinto se estableció a los pies del Hotel Humboldt, para emular el clima andino, el ideal para la raza. Allí Demendoza, con el apoyo del Ministerio del Turismo, cuida a seis ejemplares -uno de ellos llamado Nevado- y está a la espera de dos cachorros más que permitirán producir más crías.
Proteger antes que criar
Hay a quienes estiman que los esfuerzos de Funev podrían ser canalizados de otra manera: "Las ONG de protección animal llevamos casi dos años esperando por la aprobación de la Ley de Protección Animal. Si tanto admiran a los animales, por qué primero no aprueban una ley donde se hagan respetar sus derechos. ¿Por qué hacer un criadero con fines de comercializarlos y mantenerlos hacinados en jaulas para que los turistas se fotografíen con ellos?", se pregunta Lilibel De Matos, directora de Zooikos. "Trabajamos con las uñas tratando de curar y reubicar a miles de animales en estado de abandono gracias a personas que tienen un animal de compañía por tenerlo, pero que no se preocupan por prestarle los cuidados básicos y que en el momento que representan un peso en sus vidas pues lo dejan en la calle o en los refugios", expresa la ambientalista.
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